La convocatoria afectó ayer a los aeródromos de Berlín, Fráncfort y Múnich, donde se anularon unas 300 operaciones y hubo 43.000 pasajeros afectados. Todavía este miércoles quedan secuelas de la huelga del martes, pues la ausencia de los aviones de sus destinos previstos ha obligado a suspender una veintena de vuelos en Fráncfort y Múnich, informa Efe.

El sindicato Ufo, que representa a unos 19.000 tripulantes de cabina de pasajeros de Lufthansa, reclama un incremento salarial del 5% para el colectivo, así como la renuncia de la empresa a contratar personal externo para reducir costes.

Ufo ha afirmado que únicamente anulará la convocatoria de huelga para el viernes que viene si la dirección de la aerolínea acepta la intervención de un mediador independiente sin condiciones previas. Por ahora, los paros no se han extendido a ninguna de las filiales de Lufthansa (Germanwings, Cityline y Eurowings).

Los representantes de la compañía consideran desproporcionadas las medidas de protesta llevadas a cabo hasta el momento y lamentan el perjuicio a los viajeros