Viajar es sinónimo de aventura, descubrimiento, experiencias, emociones, paisajes, culturas y nuevos amigos. Sin embargo, cuando decidimos preparar la mochila o maleta para embarcarnos en una nueva expedición es innegable que nuestro factor riesgo se incrementa exponencialmente con respecto a los que se quedan tranquilos en el sofá de casa.
Aunque está demostrado que te puede pasar de todo en cualquier lugar, dentro de nuestros posibles destinos de viaje hay zonas del planeta donde nos sentiremos más seguros vagando por sus ciudades, pueblos, montañas, campos o playas. Europa, Norteamérica, Oceanía y parte de Asia formarían este núcleo. Sudamérica, lamentablemente, suele quedar fuera de la lista.
Este crisol de culturas latinas e indígenas es una de las zonas más bellas de la Tierra, ofreciendo una riqueza cultural y paisajística difícil de igualar. Debes explorarla para sentirte un viajero completo y en Skyscanner os dejamos unos cuantos consejos para que lo hagáis de la forma más segura posible y minimicéis las opciones de que algún contratiempo os amargue el viaje.
1. Infórmate antes de viajar
Primordial en cualquier viaje, pero con más razón en lugares propensos a experimentar algún tipo de inestabilidad política, es informarse de cuál es la situación actual del país o región que vamos a visitar. En la actualidad, la práctica totalidad de Sudamérica es segura en este sentido, salvo los problemas puntuales que aún surgen con la guerrilla de las FARC en Colombia y las revueltas en Venezuela.
La investigación que debes hacer no sólo se limita a temas políticos o económicos sino también a cuestiones como el clima. Debes saber, por ejemplo, cuándo es la temporada de lluvias que puede dejar los caminos y carreteras intransitables o si nieva en las montañas que pretendes subir. Una mala previsión de este tipo puede hacer que te encuentres en una situación verdaderamente peligrosa para tu salud.
2. Lleva siempre la documentación contigo
Este apartado es un clásico en Sudamérica. Si no has viajado aquí, en África o parte de Asia, es prácticamente seguro que la policía no te habrá detenido para comprobar que llevas tu pasaporte y/o visado en regla.
La policía suele estar muy mal pagada en los países sudamericanos y, ocasionalmente, ven en el turista extranjero una oportunidad de mejorar su maltrecho sueldo. Lleva siempre contigo el original del pasaporte o una fotocopia compulsada (no lo consideran suficiente en todos los países), aunque sea bien guardado en un cinturón con bolsillos oculto bajo la ropa.
El precio por no llevarlo varía según la cantidad que te quieran extorsionar los agentes de turno, ya que no suele haber una multa oficialmente legislada.
3. Actúa con sentido común en las ciudades
Aunque, como ya hemos dicho, te puede suceder cualquier percance en el lugar más inesperado, es cierto que las grandes urbes sudamericanas suelen ser algo más peligrosas que el resto del territorio.
Cuando te encuentres visitándolas, pregunta en tu hotel u hostal cuáles son las zonas a evitar por las noches y no frecuentes lugares como callejones oscuros o los suburbios.
También debes tener cuidado con los robos al despiste en lugares muy concurridos, como playas, puntos de gran interés turístico, metros o autobuses en hora punta.
4. No lleves mucho dinero y cosas valiosas encima
Esto es prácticamente aplicable a cualquier lugar del mundo. Llevar una cartera abultada en el bolsillo trasero del pantalón, un gran reloj en la muñeca y un buen equipo audiovisual fuera de su estuche llama la atención en Buenos Aires y en las calles de Madrid.
Intenta no llevar mucho dinero u objetos valiosos cuando sales a pasear o realizar alguna actividad en la naturaleza. Es una buena idea dejarlos en la caja de seguridad del hotel u hostal en el que te alojes ya que las habitaciones de algunos de ellos tampoco llegan a ser completamente seguras.
5. Entra en contacto con los locales
Cuando llegas a un lugar desconocido y nuevo, es una gran idea acercarse a los locales lo máximo posible. Es bueno saber, de antemano, algunas de sus tradiciones, hablar en su idioma y mostrarse abierto y cercano con ellos. Si tú mismo trazas una barrera diferenciadora entre turista y local, muy probablemente les caerás algo antipático y no te ayudarán demasiado en un momento de apuro. Prueba a hablar portugués en un pequeño pueblo perdido de Brasil y verás cómo la gente se vuelca contigo y te hace sentir mucho más seguro.
6. Conoce tus habilidades y limitaciones
Un clásico, por ejemplo, en las montañas de los Andes. La gente se lanza a caminar por senderos que te conducen a cimas de más de 4.000 metros sobre el nivel del mar sin haber subido en su vida más allá de la terraza de su edificio. Así llegan los problemas como el mal de altura, el frío extremo para el que no hemos traído ropas adecuadas o las quemaduras solares.
Al no saber cuáles son nuestras limitaciones y qué nos vamos a encontrar, podemos poner en peligro nuestra integridad física de un modo que nada tiene que ver con atracos o asaltos.
Otro ejemplo habitual es la ingestión de alcohol en bares de poblaciones situadas a gran altitud. Te emborrachas mucho más fácilmente y son muchos los que se han despertado sin recordar nada de la noche anterior y sin su cartera.
7. Mantente en contacto con los tuyos
Las nuevas tecnologías nos permiten estar en contacto con nuestros seres queridos casi en cualquier lugar del mundo. En Sudamérica no es distinto y casi siempre encontraremos la manera de comunicarnos.
Si vamos a realizar una excursión de varios días por lugares incomunicados o hemos conocido nueva gente, local o extranjera, con la que vamos a viajar una temporada, conviene avisar de nuestros planes a familia o amigos. Si nos ocurre cualquier cosa podrán dar la voz de alarma
8. Mantente vigilante
Sin llegar al extremo de ser un paranoico que deja de disfrutar de su viaje, es bueno siempre mantenerse alerta. Por ejemplo, una regla básica es nunca dejar la mochila de mano, donde guardas todos los objetos valiosos, en el compartimento que se encuentra sobre tu cabeza cuando viajas en autobús por lugares como Perú, Bolivia o Ecuador. Es probable que te la quiten al despiste. Tampoco te subas al vehículo antes de comprobar que tu maleta o mochila ha sido puesta en la bodega y vigila que nadie se la lleve en las paradas.
Pon atención en tus cosas y vigila tu espalda, pero sin llegar a la obsesión.
9. Escoge bien los horarios de viaje
En algunos países de Sudamérica no es muy recomendable viajar de noche en autobús. En Ecuador, Bolivia y partes de Perú, la conducción y las carreteras te aconsejan, encarecidamente, que descartes esa opción. Tampoco es seguro atravesar zonas críticas de Colombia en la noche.
Cuando tomas un vuelo u otro transporte que te va a dejar en una gran ciudad como Buenos Aires, Sao Paulo, Río de Janeiro, La Paz o Bogotá, debes intentar llegar a una hora en la que hay vida y puedes encontrar transporte público sin dificultad. No es recomendable llegar a terminales de autobuses o aeropuertos de grandes urbes a altas horas de la madrugada.
10. Cuidados especiales si eres mujer
Aunque Sudamérica es bastante segura para las viajeras, hay ciertas precauciones extras que debes tomar. Debes tener cuidado a la hora de salir de fiesta con desconocidos, ya sean locales u otros viajeros. Lo mejor es hacerlo en grupo, acompañada de otras mujeres y siempre dejando la información, a amigos, familiares y el hotel, sobre dónde vas a estar y cuándo tienes pensado regresar. No conviene emborracharse demasiado y hay que vigilar que no te pongan algo en la bebida.
Ten cuidado también a la hora de aventurarte sola por parajes solitarios, aunque sea en la naturaleza. Lo mejor es siempre hacerlo acompañada.
Fuente del articulo de Skyscanner
