Consejos Sanitarios

RECOMENDACIONES SANITARIAS. Ver video

Antes de salir de viaje deben tomarse una serie de precauciones relacionadas con la salud. Cualquier problema de tipo sanitario, si se presenta en casa, se resuelve siempre con relativa facilidad; si surge en un país lejano, entre gente que habla otro idioma y en ocasiones, con escasos servicios médicos, puede convertirse en una pesadilla que, en el mejor de los casos, amargará todo el viaje.

 

 

Estado general de salud.

Los cambios climáticos, de altura, de huso horario, alimenticios y ambientales pueden influir en nuestro cuerpo de forma desfavorable variando nuestro estado normal.

 

Aunque disfrutemos de buena salud, no estará de más que, antes de iniciar un viaje, en especial si el destino es lejano o exótico, consultemos con nuestro médico de cabecera por si considera que debe facilitarnos alguna recomendación o consejo particular sobre normas higiénicas o sanitarias.

 

Esta consulta resultará obligada para aquellas personas que padezcan alguna enfermedad o en el caso de los niños y de las personas mayores o débiles.

 

 

Si se está sometido a un tratamiento médico es conveniente iniciar el viaje provistos de la totalidad de los medicamentos que vayamos a necesitar durante nuestra ausencia de casa. Por una parte, no siempre es fácil encontrar, en según qué países, algunos medicamentos concretos; por otra, los nombres del mismo medicamento acostumbran a variar de un país a otro.

 

Finalmente, no en todos lados la venta de medicamentos obedece a las mismas normas que en España. Para lo que en casa no exige receta médica, en otro lugar puede exigirla lo que implicaría la visita a un médico local con la correspondiente pérdida de tiempo y de dinero y la posibilidad de que su criterio no fuese coincidente con el de nuestro propio médico.

 

De ahí que sea aconsejable llevar con nosotros la receta de nuestro médico con el nombre claro de los medicamentos recetados, su nombre genérico y el de los Laboratorios fabricantes así como el detalle de los distintos componentes químicos que componen la receta.

 

 

En caso de necesitar gafas para leer o para ver de lejos, la prudencia aconseja llevar siempre unas de repuesto para el caso de rotura o extravío. Aunque llevemos con nosotros la graduación de nuestras gafas, en algunos lugares puede que no sea fácil o rápido conseguir que nos hagan unas gafas nuevas.

 

 

No hay que olvidar tampoco pasar por el dentista antes de partir de viaje. Acudir, según donde, a estos profesionales no resulta precisamente una visita de placer. Además, si un dolor de muelas es siempre incómodo y desagradable, durante un viaje se puede convertir en un tormento obsesivo. Partamos con la seguridad de que nuestra boca está en orden; es una garantía de tranquilidad.

 

 

Diversos países tienen suscrito un convenio de reciprocidad con España sobre asistencia médica. Infórmese antes de salir de viaje sobre este extremo y solicite del INSS los documentos necesarios para poder disfrutar gratuitamente de los servicios sanitarios en el extranjero. Si no se lleva el documento de autorización del INSS es posible que nos hagan pagar todos los gastos en los que hayamos incurrido si bien, al regreso, podremos solicitar su reembolso.

 

 

Para los viajes sin reciprocidad sanitaria o para cubrir otras emergencias, existen Seguros de Asistencia en Viaje que, sin duda, son convenientes contratar (ver el apartado sobre Seguros de Viaje).

 

 

Necesidades especiales.

 

Cuando la persona que vaya a viajar necesite de algún cuidado médico o sanitario especial, debe hacérselo saber al organizador del viaje a fin de que se puedan prever los servicios especiales aplicables al caso (silla de ruedas en el aeropuerto, regímenes especiales para diabético, etc.).

 

Vacunas.

 

Algunos países, para autorizar la entrada de un viajero, le exigen que haya sido vacunado contra alguna enfermedad concreta y que lo demuestre mediante el correspondiente Certificado Internacional de Vacunación.

 

 

Los avances de la medicina están permitiendo que sean cada vez menos los países que exijan una vacunación. Ello no obstante y dejando aparte los requisitos legales en vigor, es conveniente que, antes de emprender el viaje, nos informemos en nuestra Agencia de Viajes o en la Delegación Provincial de Sanidad, no sólo de aquellas vacunas obligatorias, sino de aquellas que, por prudencia, se consideren aconsejables.

 

 

Vacunas obligatorias. Desaparecida oficialmente la Viruela, de acuerdo con las normas sanitarias internacionales, sólo quedan en la actualidad dos enfermedades que pueden ser objeto de los Certificados Internacionales de Vacunación.

 

 

Fiebre amarilla. Obligatoria para ir o si se llega de según qué países de África y de América del Sur y Central y siempre recomendable en aquellos países en los que la enfermedad es o ha sido endémica. La vacuna surte efecto a partir del décimo día de su primera aplicación y no debe ser administrada a mujeres embarazadas, niños menores de un año o personas con insuficiencias inmunitarias.

 

 

Cólera. En ocasiones, hay países que la exigen. Pese a ello, la O.M.S., en razón de la poca eficacia de esta vacuna, desaconseja su administración. La mejor forma de evitar esta enfermedad son las medidas higiénicas sanitarias. Hay que limitarse a tomar bebidas embotellas y alimentos bien cocinados, tener precaución con el hielo y los helados, pelar la fruta o lavarla, al igual que las verduras, con unas gotas de lejía y tomar sólo leche o sus derivados debidamente higienizados y envasados.

 

 

Vacunas recomendadas.

 

Malaria o paludismo. Enfermedad muy extendida y propagada por el conocido como mosquito Anopheles en numerosos países tropicales. No existe todavía una vacuna realmente eficaz por lo que lo único que se puede recomendar es el tratamiento preventivo mediante la toma antes y durante el viaje de compuestos de clororquina. Como precaución complementaria e indispensable se debe dormir bajo mosquiteros, fumigar al atardecer los dormitorios con insecticidas y utilizar de día repelentes antimosquitos en aquellas partes del cuerpo no cubiertas por la ropa. Los perfumes y cosméticos corporales están totalmente contraindicados pues su olor atrae a los mosquitos.

 

 

Tifus. La mejor medida de prevención para evitar esta enfermedad es la higiene alimentaria. En todo caso, los viajeros con destino a países poco desarrollados pueden tomar la vacuna oral teniendo siempre en cuenta que su efecto sólo empieza a partir de las tres semanas de su administración, durando por un período de tres años.

 

 

Tétanos. Se trata de una vacuna aconsejable, no sólo para el viajero, sino para todo el mundo y en toda ocasión. Una vez vacunado sólo hay que revacunarse una vez cada diez años para seguir quedando cubierto de este riesgo.

 

 

Hepatitis. Cada vez resulta más aconsejable vacunarse contra esta enfermedad, sobre todo si se van a realizar desplazamientos de larga duración a países en los que este riesgo es frecuente. Para la prevención de la hepatitis se administra como anticuerpo la gammaglobulina.

 

 

Otras vacunas. Según qué país se vaya a visitar y las actividades concretas a realizar, podrá ser aconsejable la vacuna contra la Polio, la Rabia, la Meningitis, la Difteria o la Encefalits.

 

 

La información permanente y al día sobre los centros de vacunación en España se puede conseguir llamando por teléfono al Ministerio de Salud y Consumo, Información al Profesional, Subdirección de Sanidad Exterior, número 91 596 20 38 o accediendo a su web www.msc.es Información detallada sobre todas las enfermedades tropicales puede ser consultada en www.viajarsano.com

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