5 razones para viajar en un crucero fluvial

5 razones para viajar en un crucero fluvial 

Cuando pensamos en hacer un viaje por Europa, pocas veces pensamos en la opción de un crucero fluvial y, sin embargo, tiene grandes ventajas con respecto a un tradicional viaje terrestre. 

 

Conexiones fáciles. La mayoría de los cruceros marítimos se inician en grandes ciudades como París, Ámsterdam, Moscú, Estrasburgo, a las que se llega fácilmente desde España con vuelos de bajo coste. Y la mayoría de las escalas de su recorrido se realizan en el pleno centro de las ciudades o lugares destacados del camino, lo que agiliza considerablemente los trámites de embarque y desembarque, sin trámites de pasaportes ni colas para coger autobuses que acerquen a los pasajeros al centro.

 

Cómodo y sin preocupaciones. Deshacer la maleta una vez, no buscar restaurante ni transporte público y admirar cómodamente las ricas culturas creadas en las cuencas de grandes ríos como el Sena, el Danubio, el Rhin, o el Volga. 

 

Sin masificaciones. Los barcos que navegan por los grandes ríos apenas llevan unos 200 pasajeros (frente a los más de 4.000 de los cruceros marítimos) lo que facilita una atmósfera más familiar y una mejor convivencia con el resto de viajeros, quienes pueden acudir a actuaciones musicales nocturnas, charlas sobre los destinos o juegos en cubierta para amenizar su viaje. 

 

Sin mareos. Los barcos de este tipo de cruceros fluviales tienen poco calado, poca altura y son muy estables, debido al escaso movimiento de las aguas, por lo que es muy difícil marearse. 

 

Experiencia diferente. Es un modo distinto de viajar, de conocer otros países y de relacionarse con otros viajeros. Además, existe gran variedad de recorridos por distintas zonas. 

¿Quieres inspirarte con algunas rutas de cruceros fluviales por Europa?

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba