San Miguel de Tucumán, capital de la provincia, fue fundada en 1565 y posee más de cuatro siglos de historia, dato muy importante a la hora de evaluarla como destino turístico de Argentina.
Actualmente, convertida en cosmopolita y mundana, guarda aún brillos de otra época; símbolos históricos, religiosos y culturales que contrastan con los rasgos de la modernidad propios de su evolución, dando lugar a un cautivante y completo itinerario turístico.
Esta ciudad es la única en la región del noroeste argentino con una significativa descendencia de colonos italianos, árabes y judíos, por lo que se ha convertido en un importante centro de actividad comercial con un ritmo de vida menos pausado en comparación a las otras ciudades ubicadas en esta región; hay que tener presente que ha sido el primer núcleo industrial en esta parte del país y un destacado centro comercial también por ser paso históricamente entre la ciudad de Buenos Aires y los actuales países como Perú y Bolivia, donde se centraba la actividad cultural, social y económica en la época de las colonias españolas.
Posee un activo movimiento comercial e industrial, así como también una intensa vida nocturna que se manifiesta en discotecas, restaurantes, confiterías y casino. Destacándose, además, sus hermosos paseos, plazas y parques.
La economía tucumana se basa, principalmente, en el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar de la cual es el primer productor del país. Los ingenios son verdaderos centros industriales que ocupan numerosos trabajadores y transforman en azúcar, miel de caña y alcohol, millones de toneladas de caña. También se produce sorgo, soja, trigo, tabaco, cítricos y otros.
La condensada geografía tucumana ofrece al turista una notable variedad de paisajes. Al este se extienden las llanuras y al oeste se encuentran las montañas, de las que se destacan las cumbres Calchaquíes y los Nevados del Aconquija. En las laderas orientales de las sierras se desarrolla una selva de belleza notable formada por multitud de palos amarillos, cedros tucumanos, lapachos, laureles, nogales y especies menores. Al este el paisaje es llano, matizado por algunos bosquecillos. La parte central que recorre el río Salí, es ideal por el suelo fértil y el clima apropiado para el desarrollo de la agricultura.
Las múltiples posibilidades turísticas que ofrece Tucumán, brindarán sin dudas, días inolvidables de solaz al viajero que decida visitarla.