Los 21 pueblos más bonitos de Colombia

Los 21 pueblos más bonitos de Colombia

01 Barichara (Santander)

La calma y el silencio imperan en este municipio del departamento de Santander. El blanco, el verde y el ocre son los colores predominantes de sus calles, que aún conservan el estilo andaluz de la colonia. Los parques naturales que rodean la localidad son uno de los reclamos para los visitantes, que a partir de ahora encontrarán en Barichara uno de los itinerarios de las Rutas de la Paz elaboradas por el Gobierno de Colombia. Los más atrevidos podrán saborear las hormigas culonas, características de la zona.

02 Aguadas (Caldas)

De este pueblo sale el sombrero aguadeño, tejido con las fibras de la palma de Iraca, originaria de esta zona. Este accesorio, como el resto de las artesanías que se tejen con esta planta, compite con las haciendas de café y el plátano para llamar la atención del visitante. La banda sonora la pone el ritmo andino del Pasillo. Y si la potencia de la naturaleza no es suficiente, se pueden subir los 144 escalones pintados de la calle de los Faroles.

 

03 Monguí (Boyacá)

No es un pueblo de futbolistas, pero es calificado como la gran fábrica de balones cosidos a mano. En cada esquina se ubica una industria dedicada a la elaboración de este producto, que se exporta a todo el mundo. La temperatura media es de 12 grados centígrados y sus mayores atractivos naturales son el río Morro, que tiene al Puente de Calicanto como el mejor lugar para instalarse y verlo correr. Los balcones que se asoman en casi todas las casas y desde donde cuelgan flores hacen juego con las construcciones hechas totalmente en piedra, como la de la Iglesia principal, lo primero que se ve al entrar al pueblo, declarado en 1980 el más lindo de Boyacá.

 

04 La playa de Belén (Norte de Santander)

En su casco urbano apenas viven 9.000 personas. El enclave de Norte de Santander, sobre la cordillera de los Andes, ha ido acogiendo cada vez más al turismo. Uno de los principales reclamos turísticos es que La playa de Belén –que nada tiene que ver con una playa– se puede considerar la puerta de acceso a Los Estoraques, área protegida y singular donde se admiran enormes columnas de roca erosionada.

 

05 Villa de Leyva (Boyacá)

Fundada en 1572 con el nombre de Villa de Santa María de Leyva, en 1954 fue declarada monumento nacional. La conservación de sus edificios coloniales, su enorme plaza y los páramos que rodean la localidad hacen de ella uno de los destinos turísticos imperdibles de Colombia, especialmente para aquel que quiera escapar del mundanal embudo que supone Bogotá. Situado en el municipio de Boyacá, al norte de la capital colombiana, el desplazamiento es relativamente sencillo en comparación con otros enclaves del país.

 

06 Mompox (Bolívar)

El realismo mágico de Gabriel García Márquez que inunda Colombia cobra especial relevancia en esta localidad del departamento de Bolívar. De ello dio buena cuenta el Nobel colombiano en su novela ‘El general en su laberinto’. A seis horas de Cartagena de Indias (donde vivió Gabo) y a orillas del río Magdalena, Mompox es uno de los rincones más hermosos del país. La ferviente celebración de la Semana Santa atrae a muchos turistas en esta época del año.

 

07 Salento (Eje cafetero)

Desde el mirador de esta localidad del departamento del Quindío se observa gran parte del valle del Cocora, donde se cultiva la Palma de Cera, uno de los árboles insignia de la región y de Colombia. En sus pocas calles se concentra una pequeña representación de la arquitectura cafetera y es habitual ver pintorescos vehículos todoterreno que acuden a alguna de las fincas cafeteras de la región. Por la calle Real de Salento paseó el liberador Simón Bolívar.

 

08 Jardín (Antioquia)

No podría tener otro nombre. Su parque principal está repleto de pequeños jardines de rosas que hacen del camino un tapete de colores en el que sus habitantes se reúnen a tomar café, mientras contemplan el mirador del Cristo Rey, ubicado en el cerro y a donde se llega por teleférico en cinco minutos. En el recorrido desde el aire por este pueblo, fundado en 1863, se alcanzan a ver plantaciones cafeteras, platanales y el agua de la quebrada La Salada.

 

09 Jericó (Antioquia)

Jericó fue fundado en 1850 y cuenta en la actualidad con unos 12.000 habitantes. Rodeado de montañas y plantaciones de café y plátano, su traza arquitectónica, en retícula regularizada, se debe al ingeniero sueco Carlos Segismundo de Greiff. En Jericó, como sucede en otras partes del departamento de Antioquia, al que pertenece, se trabaja el cuero. La colonización del pueblo y de la zona es materia literaria en la última novela de Héctor Abad Faciolince, titulada ‘La Oculta’. Jericó también es famoso por la madre Laura Montoya Upegui, canonizada en 2013, que nació aquí en 1874.

 

10 Guaduas (Cundinamarca)

Guaduas es el pueblo donde nació la líder revolucionaria Policarpa Salavarrieta, también conocida como La Pola. “¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad! Ved que, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más”. Sus palabras inspiraron a criollos y campesinos para la luchar contra la hegemonía española. Desde entonces, esta localidad del departamento de Cundinamarca, a 170 kilómetros de Bogotá, es destino de peregrinación para los que quieren conocer la historia de La Pola. Su arquitectura es una mezcla entre el bahareque y las tejas de barro y zinc. En el convento de la Soledad, primera construcción colonial del pueblo donde ahora está la alcaldía, se alojaron Antonio Nariño, Manuelita Sáenz y Simón Bolívar, entre otros próceres de la independencia. Desde el mirador de Piedra se observa el río grande del Magdalena y los nevados del Ruiz, Santa Isabel y Tolima, además del salto de Versalles, una caída de agua de más de 40 metros de altura.

 

11 Salamina (Caldas)

Las casas de ‘bahareque’ (cañas entretejidas con tierra) con techo de barro y balcones de colores son el paisaje de este lugar, que representa la típica arquitectura antioqueña. En el interior de las viviendas, las fuentes de agua atravesadas en los amplios patios resultan tan atractivas como la posibilidad de conocer la cultura del café en un lugar como este, donde su tratamiento es parte de la cotidianidad. En las haciendas del pueblo se enseña cómo se cultivan, trillan y tuestan los granos de café, que se recogen manualmente.

 

12 Guadalajara de Buga (Valle del Cauca)

Situado en la zona más angosta del valle del Cauca, al igual que muchos municipios colombianos, en Buga destaca la arquitectura colonial. Uno de sus principales reclamos es la basílica del Señor de los Milagros, a donde acuden periódicamente colombianos de todas partes. En su interior, protegido detrás de un vidrio blindado, un Cristo moreno de poco más de un metro y medio pende de un crucifijo rico en joyas.

 

13 Santa Fe de Antioquia

A unos 50 kilómetros de Medellín se encuentra Santa Fe de Antioquia, la primera capital de este departamento colombiano fundada en 1541. El puente colgante de Occidente de madera que cruza el río Cauca y construido por uno de los arquitectos del neoyorquino puente Brooklyn, da la bienvenida a una localidad de calles empedradas y fachadas coloniales de colores. Aunque el mar queda a unas horas, su proximidad al río lo convierte en un pueblo ribereño con una dieta a base de pescado y tamarindo. Además de pasear por sus calles o recorrer en barco el río Cauca, ofrece la posibilidad de conocer la historia de los pueblos indígenas de la región en el museo Juan del Corral; o conocer una gran colección de objetos de imaginería en el de Arte Religioso. Y con una temperatura constante que ronda los 25ºC.

 

14 Santa Cruz de Lorica (Córdoba)

A Santa Cruz de Lorica también la llaman Ciudad Antigua y Señorial. Su arquitectura es considerada por los historiadores una reliquia debido a la mezcla de estilos árabe, mudéjar y republicano, que fueron el resultado de la presencia de numerosos migrantes, la mayoría libaneses. La plaza del Mercado (en la foto), declarado patrimonio histórico nacional, es parte del recorrido obligado de quien quiera conocer la esencia de este cálido pueblo, en cuyo centro resalta la venta de artesanía, por ejemplo, los sombreros ‘vueltiao’.

 

15 Ciénaga (Magdalena)

Recorrer este municipio, de casi 100.000 habitantes, es pasearse por la historia de Colombia. Allí, en 1928, se produjo la Masacre de las bananeras, el dramático final de la revolución de trabajadores que marcó la vida de esta población. Se trata de un pueblo rodeado por palafitos, viviendas de madera de estilo tradicional con más de cien años de antigüedad habitadas por familias de pescadores. Ciénaga (o Pueblo escondido) es promocionado por el Fondo Nacional de Turismo por su grandeza arquitectónica y natural. No es para menos, está ubicado en un punto estratégico del caribe colombiano y alberga el complejo lagunar más grande de Colombia.

 

16 Girón (Santander)

Las calles empedradas y las casas blancas con puertas y ventanas oscuras son lo primero que llama la atención al entrar por las estrechas vías de este municipio, ubicado a 30 minutos de Bucaramanga, la capital del departamento. Sus edificaciones, conservadas casi intactas, datan de los siglos XVI, XVII y XVIII y son su mayor atractivo. Ni la temperatura (siempre más de 30ºC) es excusa para dejar de caminar por el pueblo, en cuyas esquinas se ofrecen artesanías de barro, paja y tela, elaboradas por mujeres que mantienen viva la tradición de generaciones anteriores. El museo de arte religioso y la catedral del Señor de los Milagros son algunos de los lugares que más orgullo generan entre los habitantes de Girón, declarado Monumento Nacional en el año 1959.

 

17 Honda (Tolima)

Las actividades acuáticas son uno de los grandes atractivos de este municipio, ubicado al margen del río Magdalena y bordeado por colinas y montañas. Su arquitectura colonial acompaña en el paseo por su casco urbano, que cuenta con más de 30 puentes. En el barrio de Perico, dentro de Honda, es fácil perderse entre un paisaje rocoso donde se puede ver arte rupestre de hace siete siglos. El clima cálido es una excusa más para visitar la plaza de Mercado y aprovechar la oferta de fruta y verduras en un ambiente tranquilo.

 

18 El Socorro (Santander)

Socorro inspiró la tradicional canción colombiana ‘Pueblito viejo’, fue localidad clave de la insurrección de los comuneros y de la firma de la primera Acta de Independencia del país. En sus calles se crió María Antonia Santos Plata, otra heroína en la lucha contra los españoles a la que se le dedica uno de los atractivos turísticos del pueblo, el parque que lleva su nombre. La catedral de estilo barroco, de cuatro siglos de antigüedad, fue determinante en la fundación del municipio en la época de la Colonia. Gracias a esta construcción Socorro recibió el título de Villa.

 

19 Sopetrán (Antioquia)

El primer nombre con el que se conoció a esta localidad de Antioquia fue el de Guamas, dada la ingente cantidad de estos árboles que había en la zona. Las minas de sal cercanas y la pesca en el río Cauca atrajeron a los primeros pobladores de este valle. Las mejoras en los accesos a Sopetrán lo han convertido en la última década en uno de los destinos más atractivos para los amantes del ecoturismo.

 

20 Iza (Boyacá)

Si Boyacá es uno de los departamentos de Colombia que reúne algunos de los lugares más fascinantes del país es gracias a la localidad de Iza. La conservación de la arquitectura colonial es uno de los reclamos del municipio, además de la mejor forma de acceder al lago de Tota, el más grande de Colombia. En la imagen, la capilla del Salvador, en un lateral del parque Principal.

 

21 Guatapé (Antioquia)

A pesar de su pequeño tamaño (8.000 habitantes), Guatapé tiene mucho que ofrecer. Su centro histórico está formado por calles empedradas y casas bajas pintadas de colores. La particularidad de estas viviendas son sus zócalos que muestran todo tipo de figuras, desde profesiones (campesinos, camareros) a intereses de sus moradores (animales, plantas, restaurantes). Merece la pena pasear por sus aceras deteniéndose en cada zócalo. Además, el pueblo se encuentra al lado del Peñón de Guatapé, un peñasco de escarpada subida (650 escaleras) desde donde se contempla un majestuoso lago adornado con islotes verdes.

 

Fuente: ElPais

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