El pasajero saltó por la borda y se grabó con su cámara, una acción que le costó cara: la detención por parte de la policía local y la prohibición de volver al barco, con lo que tuvo que regresar a su punto de origen por sus propios medios
Las medidas de seguridad en los cruceros son cada vez más estrictas por lo que saltárselas puede costar muy caro, como le ocurrió a este pasajero norteamericano que decidió grabarse en vídeo precipitándose de una altura de 50 o 60 pies desde el Carnival Glory durante una escala en la isla Grand Turk (en Turks and Caicos).