Viajando por la madre patria

Viajando por la madre patria

 

El 24 de Abril de 2005 dejé mi país, Argentina, para vivir y viajar por Europa durante dos años. Recorrí muchos lugares y viví un sinfín de experiencias, buenas y malas. Tantas fueron, que redacté un libro de viaje que se llama UN SUEÑO MUNDIAL. El mismo se compone de muchos relatos que fui escribiendo durante mi recorrido, a medida que viajaba, conocía gente y lugares. Comparto con ustedes las sensaciones del arribo, los primeros días por España y algunas de sus ciudades, y las impresiones que me generaba cada cosa que vivía. Veinticinco de Abril del 2005 pisaba, por primera vez en mi vida, tierra española.

 

25 de Abril de 2005. Torrevieja, España.

 

Queridos amigos, ya instalado en España paso un poco a contarles como ha sido mi llegada. Mi cuerpo, físicamente hablando, ya está en el destino final, Torrevieja, pero yo aún no llegué, sigo en mi Argentina natal. Todavía no entiendo en donde estoy, no lo puedo creer, del otro lado del charco tan lejos de mi país y en un lugar tan diferente al nuestro.

 

El vuelo? Ufff… de no creer. Después de dejarlos a todos en el aeropuerto me quedé esperando subir al avión… uno puede creer que en esos momentos estando solo se te viene el mundo abajo por todas las emociones que viviste hace instantes, pero para nada fue mi caso. Que me perdonen los que crean que tenia que estar triste, yo mientras esperaba el avión me reía solo de los nervios. De Córdoba a Chile todo bien, llegué con tortícolis porque no podía despegar la cabeza de la ventanilla. Fuerte todo lo que se ve, aunque no pude observar la Cordillera de los Andes porque estaba nublado. Llegar al país trasandino no fue nada raro, sólo demoré 45 minutos en subir al próximo avión y en ese tiempo me la pasé haciendo trámites y colas de espera, escuchando a los chilenos hablar y viendo todo con mucha cara de turista que se sube a un avión después de 15 años más o menos.

 

La nave con la que volé de Chile a Madrid es una cosa IMPRESIONANTE. Me senté en una fila de tres, al medio del avión (yo quería ventanilla, pero fue lo que me tocó). De un lado tenia un tipo de Frankfurt (le entendí de donde era cuando ya casi se terminaba el vuelo) que no hacia más que mirarme y sonreír… y cada tanto decía algo, aunque nunca logré comprenderlo. Y del otro lado a una flaca de San Luis que estudia en Córdoba y que viajaba a Madrid a visitar amigos. Hablé con ella casi todo el viaje y así se me pasaron las horas. Hay azafatas "all the time" preguntándote: "Necesita algo señor?". Te dan de comer, beber y lo que pidas. El vuelo fue hermoso, no sabias si ibas por aire o por tierra. No se entiende nada.

 

Y llegué a Madrid. Guau. Ahí si sentí cierto temor porque tenía miedo de que me deportaran, aunque en migraciones sólo me preguntaron el nombre. "Pase" y "el que sigue" fueron las únicas dos cosas que escuché después que presenté mi pasaporte. "Esto es todo?" pregunté. Y si, fue todo. En Barajas me quedé solo y empecé a buscar por donde me tenía que tomar el próximo avión, ahora hacia Alicante. Es enorme, y recorriéndolo me cansé más que las veces que caminé por horas en Córdoba. Una vez que supe donde ir, me senté, tranquilicé y compré el diario Marca para leer un rato, porque tenía 5 horas de espera para el próximo vuelo. Mientras leía, de repente, levanté la vista y me dije a mí mismo: "Estoy en Madrid". Y así fue como, creo yo, me di cuenta de todo lo que pasaba. De Madrid a Alicante fue un vuelo de cabotaje, y de nuevo la tortícolis porque esta vez si me tocó ventanilla. No se ve mucho, sólo parcelas, algunas comunidades perdidas en el medio del campo y las nubes esponjosas del cielo. Es un sueño volar a esas alturas. En Alicante busqué mis valijas y me dediqué a esperar la llegada de mi hermano. Después de casi dos años fue muy loco volver a vernos, muy lindo. Se lo ve bárbaro, mucho mejor que en la Argentina. Abrazo y charlas de por medio, viajamos de Alicante a Torrevieja, y mis ojos tipo huevo iban abiertos observando todo y de todo. Y llegué.

 

Torrevieja. Qué decir? Este parece un lugar para vivir de vacaciones. Esto es ESPECTACULAR. Todas las casitas son lindas, todas iguales, una al lado de la otra como si fuera un dibujo de cuento. El mar es celeste, hermoso, casi sin olas. Tan celeste que  por poco uno puede diferenciar, mirando al horizonte, donde termina el mar y donde empieza el cielo. Todavía no me metí al agua. Las playas son muy lindas y en muchos sectores hay inmensas calas que son como barrancas que dan al agua. Un espectáculo. Y tiene un hermoso paseo de costanera frente al mar, para caminarlo una y mil veces. Anteanoche fui con mi hermano y un amigo a comer unas hamburguesas. A eso le suman platitos de no sé que cosas que también se comen (me explicaron que lo que yo comí era sangre seca y sepia). Después me dormí porque estaba pasado de vuelta… no entendía nada porque tenía las 5 horas de diferencia y casi no había dormido en el avión. Al otro día fuimos a su trabajo y después salimos a comer con él y dos amigos… UUUUU no se imaginan lo que fue eso, no saben como come esta gente!!! Fuimos a almorzar a otro pueblo, cerca de Torrevieja. Lo primero que hacen, apenas se sientan, es tomar algo y para eso el mozo te trae una o dos cañitas (copa de cerveza más suave que la nuestra). Después te sientas y sin pedir nada te ponen un plato de ensalada y unos camarones… más tarde viene un plato de entrada y al último el plato fuerte. El primer plato es más de lo que uno come habitualmente en la Argentina, y no se imaginan el plato fuerte. OSTIAS… de no creer. A la tarde caminé como una hora por la costanera y pensé, pensé, pensé. Me perdí un poco caminando, hasta que logré llegar al departamento. Aún no conozco la noche de Torrevieja. Con los que hablo me dicen que es movida. Hay 400 mil  habitantes y dicen que en verano, con los turistas, llegan al millón y que no se puede caminar por la ciudad. En la playa hay mucha gente y se ve de todo. Se escuchan todos los idiomas: inglés, alemán, italiano, árabe, castellano y no sé que más. Se ve mucha gente de Alemania e Inglaterra.

 

Esto recién empieza, en días empiezo a viajar por algunos lugares de España, me voy a ir de paseo a visitar amigos.

 

 

02 de Mayo de 2005. Oropesa del Mar, España

 

He comenzado a viajar y gastar plata por zonas de la hermosa España. El viernes pasado, cansado de ya caminar tanto por Torrevieja, ciudad muy linda, turística, chica pero grande, y con gente de todos los países y que hablan todos los idiomas, decidí armar mi mochila y partir en busca de lo desconocido. Me subí al bus y… viajemos juntos.

 

De Torrevieja a Alicante en colectivo serán unos 70 minutos más o menos, en los que pasas por montes, montañas, mar y más montañas… entre unos y otros, ciudades y urbanizaciones. Llegué a Alicante, una ciudad grande, con mar y muy linda (dicen porque yo no vi mucho). Caminé hasta la estación de trenes, la RENFE, y me tomé el tren a Valencia. El pasaje me salió 23 euros. Y GAU de nuevo. Primero, el tren, muy bueno, casi como el avión que va de Córdoba a Chile, pero este por tierra, aunque como van no sabes si vuelas o te arrastras en esas maquinas. Y de nuevo, giro de cuello hacia la ventana. El viaje es muy interesante porque vas todo el tiempo entre las montañas, y desde lo alto ves las urbanizaciones abajo, y cuando bajas ves las casitas arriba de las montañas… así es, están arriba de las montañas y no se como se hacen ahí, pero ahí viven. Se ve de todo, campos enormes, montañas grandes, túneles por los que uno atraviesa y gente de campo. El tren va muy rápido, no para nunca hasta Valencia y el viaje es muy cómodo. En dos horas estaba en la tierra de las paellas, y todo vuelve a empezar.

 

Ni bien me bajé del tren me esperaba mi amigo Guille. Salimos de la estación y lo primero que cruzo mientras caminaba es la plaza de los toros… algo que nunca antes había visto en mi país. Nos tomamos el metro, dejé el bolso en un departamento que le prestaron a Guille y marchamos. Valencia es una ciudad grande, muy pintoresca, hermosa. Anduvimos por el barrio del Carmen, la plaza de la Virgen y otros lugares. Muchos bares para tomar algo, para comer o descansar. Habremos estado sentados en unos cinco o seis más o menos. Largamos a las 7 de la tarde y tipo 2 de la mañana yo ya no podía hablar con nadie… cañitas, agua valenciana, cañitas de nuevo, fernets y vodka con no se que, que se toma en Valencia y sus bares. Hay cosas de todos los colores para ver, entre hombres y mujeres que hablan en todos los idiomas. Al otro día anduvimos en auto y vi el Mestalla, estadio del Club Valencia, por fuera… parece grande. Después de pasar la noche en Valencia partimos para sus tierras. Mi amigo vive en la provincia de Castellón, en Oropesa del mar, a 40 minutos por autopista de Valencia. Es una ciudad hermosa que tiene mar, edificios y montañas. Vive sobre la montaña y tiene una vista impresionante. El domingo me agasajaron con una paella Valenciana…increíblemente rica.

 

Y el domingo tuve una de mis grandes alegrías. Siempre dije que quería conocer estadios y ayer empecé. Fui a ver el partido entre el Villareal y el Getafe, cancha del primero. Me llevó Guille a la cancha, él vive a 15 minutos de la ciudad del Villareal. Fui solo a ver el partido, la entrada costó 23 Euros. El estadio es muy lindo, me dijeron que es uno de los más chicos de España. Me ubiqué en la parte baja, cerca del campo de juego y si me estiraba le tocaba el pelo a Sorin por poco. Ganó el Villarreal 4 a 0, y aunque no lo vi a Riquelme porque estaba suspendido, jugaron Sorin, Gonzalo Rodríguez, Forlan y Figueroa. Mariano Pernia para el  Getafe.

 

La gente, para mí, fue un espectáculo aparte. No paraban de cantar:

 

"VILLAREAL plap plap plap

VILLAREAL plap plap plap

VILLAREAL plap plap plap

VILLAREAL plap plap plap".

 

Todo el santo partido. La barra brava se concentra arriba, en una esquina. Uno con un megáfono en la mano es el que pega el grito inicial y todos repiten… dos tambores y una pandereta, y de nuevo:

 

"VILLAREAL plap plap plap

VILLAREAL plap plap plap".

 

De repente, y con su equipo perdiendo 4 a 0, la hinchada del Getafe comenzó:

 

"VILLAREAL plap plap plap

VILLAREAL plap plap plap"

 

Y después los del Villareal:

 

"GETAAAFE

GETAAAFE

GETAAAFE"

 

Juro que no entendía nada, todo muy distinto a nuestro fútbol, a nuestras hinchadas. Comen girasoles  todo el tiempo y no hay casi banderas… las que vi eran argentinas o uruguayas. A la cancha van hermosas mujeres, familias enteras, bebés, parejas, gente mayor, etc. Todos entre remeras, bufandas, pañuelos y plásticos especialmente diseñados para las butacas. Todos sentados. Demasiada calma para el hincha argentino. Salí de la cancha y los veía a todos contentos y mezclados, seguía sin entender nada.

 

Antes de partir, Guille me llevó a recorrer todas las playas de la zona en su auto, anduvimos por ciudades como Castellón y Benicasim, y vi lugares sorprendentes como por ejemplo un mirador desde donde se ve toda una ciudad, el mar y los edificios, y un complejo de hoteles tan iluminado que siendo de noche aún parece que es de día. Además bares, bares y bares por todos lados. Ahora me voy para Barcelona a seguir de paseo.

 

 

15 de Mayo de 2005. Barcelona, España

 

… tren de Oropesa del Mar, provincia de Castellón, a Barcelona. Ocho días en Barcelona… ni más, ni menos. El viaje en tren es muy bueno, aunque no tan rápido como el de Alicante a Valencia porque esta vez viajé en uno más barato y para en algunos pueblos. De todas maneras, viajar en tren por Europa es ir rápido y fácil a cualquier lado. Mismo paisaje: montañas, verde, pueblos entre las montañas y más verde. Llegué a Barcelona, a su estación de tren tan grande que parece un aeropuerto con todo y de todo, y esta vez nadie me esperaba. Me bajé del tren y debía ir a lo de mi amiga Maria, mi nueva anfitriona en este paseo por Europa. Tomé el Metro que sale de la estación para Barrio Liceo y cuando bajé aparecí en un mundo de gente: LA RAMBLA (ya les voy a contar que es). No llamé a Maria como habíamos quedado para que me fuera a buscar, y me mandé solo… quería caminar. Preguntando llegué a EL GAUCHO, el restaurante donde trabaja mi amiga, dejé las cosas y salí a caminar.

 

Barcelona es todo, de todo y para todos los gustos. Un  verdadero collage de lo que se les ocurra. Gente, lugares, ropas, idiomas, culturas, lenguas, costumbres, comidas… y así podría seguir enumerando cosas y cosas. Barcelona es más de lo que los que no conocíamos creíamos o creemos que es. Barcelona es una GRAN CIUDAD, tiene lo que busques y en todos los colores, de todas las formas y maneras. Mar, playa, puerto, centro, arte, fútbol, deportes, museos, plazas, avenidas, barrios, edificios… y todo en dimensiones impensables e indescriptibles. Mi amiga vive en un lugar increíble que se llama Barrio Gótico. Es conocido, uno de los espacios más turísticos de la ciudad, el cual está plagado de inmigrantes y lleno de muchos grupos de turistas: jóvenes, adultos y viejos… todos con guías. El barrio Gótico es un lugar en el que caminas dos cuadras y ya no puedes volver al mismo lugar porque inmediatamente das un giro por otra calle y te pierdes. No tiene explicación alguna. Son todas calles finas, súper angostas y los edificios no son de menos de 6 o 7 pisos. Imagínense que caminan por una de esas calles, miran para arriba y apenas pueden ver el cielo porque además de que las calles son angostas, de las ventanas cuelgan los tendederos en los cuales ponen la ropa a secar. Cómo es? Lo más similar que encuentro en la Argentina es decirles que es parecido a la Boca, Caminito. Los autos circulan por las calles entre la gente porque esas mismas calles hacen de peatonal… casi que no hay veredas. Se estila mucho andar en bici y en moto. Hay muchísimas motos, de no creer. El barrio Gótico es la mezcla entre los estéticamente bello y la mugre de las bolsas de basura que la gente tira, entre lo admirable de semejantes construcciones una tan cerca de la otra y la mala distribución de sus calles que hace que te pierdas con solo hacer pocos pasos. En el medio de estas callecitas hay grandes plazas con enormes fuentes y muchas sillas de bares en la calle donde la gente bebe, bebe, bebe, bebe y bebe cerveza y demás alcoholes a todo horario. El Barrio Gótico es raro, extravagante, loco, un laberinto, pintoresco, bello y sucio… es como se llama: Gótico. Cada vez que me perdía, caminaba mucho hasta llegar a una avenida, al mar o a una plaza para volver a empezar, saber donde estaba y buscar de nuevo desde ese punto de referencia la salida o la llegada hacia donde yo me pretendía dirigir. Está colmado de bares y restaurantes, negocios de ropa, Mc Donald’s, Burguer King y todas las marcas que se les ocurra que, atraídas por la globalización, forman parte de este collage que les decía que es Barcelona. Una verdadera cosa de locos o, mejor dicho, casa de locos.

 

Qué más hay?

 

LA RAMBLA: es una extensa peatonal de aproximadamente 15 cuadras de largo que está entre dos avenidas importantes… una punta desemboca en el mar (hay un gran monumento a Colón en el que está levantado la mano señalando algo, por lo que me supongo que está descubriendo América) y la otra punta cae en Plaza Cataluña, la cual es enorme, con muchas fuentes con agua para todos lados, millones de palomas, gente y mucho pasto y cemento. En la Rambla creo haber visto el mixture más grande de mi vida. No tiene sentido que nombre las nacionalidades que vi o escuché, pero piensen que son grupos y grupos de personas de todas las partes del mundo. Además hay bares y sillas para tirar para arriba y toda la gente camina apretada porque vamos todos amontonados. Hay artistas que hacen caricaturas, kioscos que venden desde revistas a juguetes pasando por mapas y adornos; estatuas humanas (un verdadero espectáculo porque se disfrazan de cosas que no podes creer y muchos lograron anonadarme… arte callejera, arte en fin), viveritos en los que venden flores, pájaros, loros, gallinas, palomas, lagartijas, pollitos, tortugas, patos, cuis, conejos, ratones, hámster…ufff, no saben. Todo esto en una peatonal. Se imaginan? Yo no lo hubiese creído si no lo veía.

 

ANTONI GAUDÍ: que poco sabía de este tipo y que genio que es. La mitad de Barcelona es de este lunático (por llamar a un genio de esta magnitud de alguna manera). Cada cosa suya no se puede dejar de ver y apreciar, son fantásticas.

 

La Sagrada Familia: es un templo que este tipo comenzó a finales de 1800 y es una verdadera reliquia. Una iglesia, dicen, tal cual él la soñó. Así se la imaginaba, así la hizo. No se las puedo explicar, por favor véanla en Internet. Cientos de metros para arriba, esculturas en todas las paredes, terminaciones milimétricas impensables de poder creer ver en semejante monumento, eeee… no sé, no puedo describirla. Dejo pasar los segundos frente al teclado y no sé que ponerles porque no encuentro la manera de poder explicarles cómo es y lo que es.

Parque Güell: un parque inmenso en la cima de la montaña desde donde se ve todo Barcelona. Entiendo que Güell fue un tipo que encomendó a Gaudí hacer ese lugar como una residencia para la gente de dinero… tiene cosas impresionantes, con esculturas y construcciones alocadas, increíbles. Todo de Gaudí. Según entendí, una característica de este tipo (explicado a mi manera) es dar soluciones impensadas a los problemas de construcciones que se le presentaban y siempre sacándole a cada espacio el mejor provecho. Un parque en el medio de la montaña, con una plaza grande al medio, cavernas, terrazas, mucho verde, plantas y más verde. En el medio está la casa de Gaudí y otras cosas que el tipo construyó. Las terminaciones son increíbles. La técnica más conocida (se los explico a lo Guille Ferro, vulgarmente hablando) es la de unir algo así como si fueran distintos pedacitos de cerámicos de colores y con eso disfrazar cada fachada… que me perdonen los que saben del tema y no me aniquilen por mi ignorancia, pero esta es mi manera de describir estas esculturas. Hay muchas cosas de este tipo que no se entiende como las pudo haber no sólo hecho, sino imaginado.

La Pedrera: es una casa en una esquina de una avenida principal de Barcelona que tiene formas  curvas indescriptibles. No la vi por dentro porque salía cara la entrada, pero dicen que hay construcciones a las que no se les puede encontrar lógica alguna.

Caso Batlló: otra mas, igual que la Pedrera, pero esta es más alta, tipo edificio de 6 pisos.

 

Y muchas cosas más que Gaudí hizo por varios lugares. Un verdadero vanguardista, un colgado, un genio. Un arquitecto, sin ser arquitecto, de maravillas.

 

Barcelona también tiene playa y es muy bella. Grande y con mucha arena. Un día fuimos con mi amiga y su hermana a Vilaloba en tren, una ciudad que está a dos horas de Barcelona, a lo de un amigo de ellas a comer a su restaurante. Es hermoso, un pueblo con mar, muy bello. De ahí volví en moto hasta Barsa. Magda, hermana de Maria, tiene una moto similar a la que yo tenía en Argentina, pero cilindrada 150. Vuela. Vinimos por la autopista y manejándosela yo porque ella no sabía. Imagínense, yo en moto y en la autopista de Barcelona. "Flipaba en colorines". Túneles, montañas, la ciudad desde arriba y la ciudad misma… todo en moto. Hermoso, inolvidable.

 

La noche de Barcelona tiene como para tirar para arriba. Varieté, varieté muchachos. Ya fui a bares, bolichitos y a un bolichon. Acá están todos crazy Macaya… drogas, sexo, alcohol y locura es el condimento que cada uno trae consigo. Y estamos los normales que por ahora somos mayoría, aunque jugar para el otro equipo tienta jaja.

 

Además visite otras amigas. Ana, que me enteré por su hermano que estaba acá, y Caro, quien vive acá hace un tiempo. La vida del joven en Barcelona es totalmente diferente a la del argentino, cordobés sobre todo. Aquí lo más común, y lo que se estila, es lo que se ve fielmente reflejado en la película "Piso compartido". Todos comparten piso (departamento) y cualquiera lo hace con cualquiera. Mi amiga Maria vive con tres rosarinos más, Ana con una cordobesa y otro flaco, y Caro con otra cordobesa, un español y un italiano… y así son todos. Cada argentino tiene una historia similar. Uno al principio piensa que ni loco haría eso, pero después te das cuenta de que no se la pasa tan mal, se conoce mucha gente y que además es la única que te queda porque los alquileres son muy costosos. Algunos están más cómodos que otros, algunos tienen su pieza propia y otros la comparten, y tienen divididos hasta los estantes de la cocina y de la heladera. No sé a ustedes pero esto a mi me sorprendió. Todos están bien y felices porque viven en Barcelona. Acá hay que ser como la plastilina para saber amoldarse y amalgamarse a cualquier situación. Dicen que cuesta, pero después se aprende. Destaco y valoro mucho la hospitalidad con la que te tratan y atienden. Sean mis amigos, conocidos o amigos de amigos, todos por igual. Te dan techo, comida y ayuda para lo que necesites, para cualquier cosa. Me llevan a caminar,  muestran Barcelona y en algunos casos los saco a pasear yo por todo lo que los hago caminar.

 

Fueron ocho días en Barcelona… muchos para estar como estaba, pocos para conocer y vivir lo que es esta ciudad. Enloquecí con sus paisajes, su gente, diversidad, variedad de cosas, alternativas y escenarios. Es multicolor, multicultural, irresponsable y saludable. Tiene todo, de lo bueno y de lo malo, está todo a elección de quien lo quiera. Barcelona, gusta, da placer, gozo y enamora,… al menos a mí, me enamoró.

 

 

Deja una respuesta

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba