10 rutas de senderismo encantadoras para hacer en España en invierno

 

Abrígate, ponte un calzado todoterreno y disfruta de estas 10 rutas naturales que Iltrida ha buscado para ti. ¡Qué el frío no te pare!

Aunque a veces pueden resultar desagradables, la lluvia, el viento y las nubes visten con un traje muy especial los caminos de España entre diciembre y marzo. A menudo los hacen mágicos, diferentes y, por qué no decirlo, pasados por agua. Sin embargo, algunos días pasan de salir, y lo que queda en el cielo es un sol radiante y una temperatura que, lejos de ser gélida, es agradablemente fresquita, ¡ideal para practicar deporte!

Este año no pongas el mal tiempo como excusa para quedarte en casa. Un mundo de paseos preciosos te espera ahí fuera, entre ellos estos diez que Skyscanner ha buscado para ti. Abrígate, ponte un calzado todoterreno que agarre bien en superficies mojadas, y patéate el país. Un sin fin de parajes especiales te esperan a la vuelta de la esquina. ¿A qué esperas para descubrir las 10 mejores rutas de senderismo del invierno en España?

1. Ruta de senderismo de los Acantilados de Barbate, Cádiz, Andalucía

Andalucía y buen tiempo son dos términos casi sinónimos, por eso esta gran comunidad autónoma es ideal para hacer rutas de senderismo durante el invierno. La de los Acantilados de Barbate se nos antoja excelente para dar el pistoletazo de salida a un invierno senderista. Un camino bastante sencillo, de dificultad baja. Doce kilómetros con un desnivel que no alcanza los 200 metros, que van de la playa de Yerbabuena hasta la de Caños de Meca, uno de los arenales más famosos de la provincia de Cádiz. Disfruta del paseo a la sombra de los pinos del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate, y déjate acariciar por la brisa que besa los acantilados que rodean la Torre del Tajo. Ideal para hacer en familia, así como cualquier día que busques hacer un poco de ejercicio sin forzar.

ruta de los acantilados de barbate

 

 

2. Senda de Carretas, Cantalojas, Guadalajara, Castilla-La Mancha

Cantalojas no es solo un puente de Bilbao al que en su momento Platero y Tú dedicaran una canción, es además una bonita localidad castellano manchega desde la que arranca una ruta de senderismo más que apropiada para hacer en invierno. La Senda de Carretas comienza y acaba en el aparcamiento del pueblo –conviene reservar plaza si quieres aparcar allí, aunque en invierno no debería haber demasiados problemas de espacio, es en otoño cuando más excursionistas realizan este paseo–. Desde allí localiza el curso del río Lillas y comienza a andar entre robles y hayas hasta alcanzar la pradera de Matarredonda. Disfruta de la vista y continúa el camino por el bosque. Es una gozada, te va a gustar.

3. Subida al Cardón, Fuerteventura, Canarias

Dicen que el Monumento Natural Montaña Cardón regala una de las vistas más bonitas de la isla de Fuerteventura. Verdad o no, subir a comprobarlo es una excusa perfecta para realizar esta ruta de senderismo canaria. Arranca en el pueblo del mismo nombre –El Cardón– y resulta fácil, al menos hasta que se llega al tramo final. Entonces la pendiente se vuelve más inclinada y exigente, pero nada que no pueda salvarse con tiempo, ganas y motivación. No tengas miedo, el paisaje compensa el esfuerzo.

monte cardón en lanzarote

4. Ruta senderista de Santa Lucia y Santa Eulalia, Cáceres, Extremadura

¿Buscas una travesía un poco larga y con unas pinceladas de cultura? Prueba esta ruta de senderismo de Cáceres que cuenta con algo menos de 20 kilómetros. Pequeñas iglesias y ermitas, abrevaderos tallados por mañoso cantero, y un barrio minero con pintadas que hablan de un pasado industrial. Una historia diferente para una jornada de paseo que bien acabará con unas buenas migas en algún bar local. El buen sabor de boca y el entrar en calor queda así asegurado.

montasterio de santa maria de guadalupe en cáceres

5. Ruta de senderismo de Pozo de la nieve, Madrid

No es la primera vez que decimos que la Sierra de Guadarrama es uno de los secretos mejor guardados de la Comunidad Autónoma de Madrid. No dejes de descubrirla en invierno, cuando sus montes ofrecen una imagen muy diferente a la del resto del año. La ruta del Pozo de la Nieve, un bonito valle cuyos recovecos fueron usados antaño como neveros, es un sendero de esos buenos y bonitos, perfectos para una mañana invernal. Cinco kilómetros con menos de 200 metros de desnivel que discurren entre bosques y, puntualmente, junto a las vías del tren que lleva conecta con Cercedilla. Pero ojo, insistimos, este paraje a tiro de piedra de la capital está lleno de senderos preciosos perfectos para hacer trekking, incluso en invierno. ¡Descúbrelos tú mismo!

vistas de cercedilla en la sierra de guadarrama

6. Ruta senderista de los Bufones de Pría, Asturias

Aunque los bosques y montañas de España estén preciosos en invierno, no podemos ni queremos olvidarnos de las costas del país. Con el frío y los vientos llegan también las olas, y con ellas unas escenas impresionantes y sumamente fotogénicas que, muy importante, hay que observar siempre desde una distancia prudencial. Instantáneas así te esperan en la ruta de senderismo de los Bufones de Pría, un sendero asturiano sito en la zona de Llanes. En total, 12 kilómetros que se pueden recorrer sin prisa en cuatro horas, aunque quizá desees echar más tiempo para disfrutar de las formaciones rocosas y paisajes de mar que a tu paso encontrarás. Algunas estampas son una auténtica delicia.

bufones de pría en asturias

7. Sendero del Duero, Salamanca y Zamora, Castilla y León

El Parque Natural Los Arribes del Duero ofrece una infinidad de sendas por llanuras y valles de poca profundidad, todas muy bonitas y sencillas, a excepción de las que discurren junto a los cañones de los ríos que quizá son más hermosas pero también más exigentes (si te ves con fuerza vete a por ellas de cabeza, ¡son una preciosidad!). Para un paseo agradable y sin estrés, te sugerimos probar suerte con alguno de los tramos del sendero del Duero, uno de esos caminos de largo recorrido que ha servido para recuperar y poner en valor tramos que el siglo XXI había dejado injustamente olvidados. Si aún no conoces esta zona de España, no esperes más, ¡te va a encantar!

arribes del duero zamora

8. Ruta de senderismo de las Trincheras del Valle Perdido, Murcia

¿Eres un amante de la historia bélica? Entonces para ti la ruta de las Trincheras del Valle Perdido de Murcia es un must. Diez kilómetros salpicados por más de 10 trincheras de guerra; varias grutas utilizadas de refugios, viviendas o polvorines; y un nido de ametralladoras, entre otras cosas. Y, por si esto fuera poco, el castillo de Portazgo. ¿Lo mejor? No solo que es un camino relativamente fácil (el desnivel alcanza los 500 metros), es que en sus inmediaciones se siguen descubriendo más vestigios de la historia pasada de nuestro país. Puede que cuando tu vayas ya haya salido a la luz alguna cosa más, casi seguro también interesante. O puede que, si tienes buen ojo, seas tú quien la descubra. Ya sabes, está atento.

9. Ruta senderista por el Montseny, Barcelona, Cataluña

Sin duda alguna, el Pirineo catalán –y también el aragonés– ofrecen paisajes de una belleza infinita en invierno, pero sabemos que muchos son para senderistas un poco pro o, al menos, con cierta experiencia y preparación física. Pero no todos los caminos catalanes requieren una gran técnica, ni es necesario subir más de mil metros para pasar un día fantástico. Pequeñas grandes rutas como la del Montseny son ideales para disfrutar un agradable día en contacto con la naturaleza. En este caso, el recorrido es de casi 10 kilómetros y presenta un desnivel de menos de 500 metros. Eso sí, guarda una pequeña sorpresa: una avioneta estrellada. No te la puedes perder.

parque natural del montseny cataluña

10. Monte Gorbea, Vizcaya- Álava, País Vasco

Pero si tú lo que buscas son emociones fuertes pero no locas, te retamos a subir el Gorbea, uno de los montes más emblemáticos del País Vasco. A caballo entre las provincias de Vizcaya y Álava, con un total de 1.482 metros de altura es la cumbre más alta del macizo del mismo nombre. Está coronada por una enorme cruz metálica de más de 17 metros de altura. Una subida dura y exigente que requiere relativo buen tiempo para ser realizada (no es una broma, cuidado con la previsión del tiempo, no serías el primero en tener que ser rescatado de sus faldas). No es fácil, no es sencilla, pero lo que vas a ver arriba y, sobre todo, la satisfacción de coronarlo, bien merece la pena el esfuerzo. ¿Te atreves con el reto?

parque natural del gorbea

Fuente de skyscanner

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