Si vas a tener la suerte de disfrutar del Mundial de Río en vivo y directo, puede ser que te resulten útiles nuestras tips sobre dónde comer. Allá vamos:
Roberta Sudbrack
¿Quieres saber quién es el chef más de moda de la ciudad? Pues no hace falta que busques más, ¡Roberta Sudbrack es la chef que está más de moda! Su restaurante, que lleva el mismo nombre que ella, quedó en el décimo puesto de “Los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica”. Dentro de esta enorme casa roja, situada al lado del barrio de Lagoa, Sudbrack y su equipo hacen magia culinaria.
Con un menú degustación que va variando, Sudbrack sirve una procesión de preciosos y pequeños platos, a veces son raciones de una sola cucharada. Espera sorpresas y una explosión de sabores, como la sopa de maíz coronada con polvo agrio de plátano. Las cuberterías caras van a juego con la cuenta, pero esta es tu oportunidad para probar las creaciones de una de las chefs más importantes de Brasil.
Antigamente
Antigamente te acerca a la música que hace vibrar a Río de Janeiro. Los martes a partir de las 19:00 y los sábados a partir de las 14:30, un grupo se sube a una de las mesas de la terraza de este pequeño restaurante y toca samba o choro, un género musical popular, para deleite de sus comensales.
Situado en Rua do Ouvidor, un callejón peatonal lleno de historia y encanto, Antigamente ofrece platos típicos brasileños como Oswaldo Aranha, un filete recubierto de ajo crujiente por encima o Costela no Bafo, un costillar de carne de vacuno cocinado a fuego lento. El dueño, Carlinhos, un bohemio apasionado de la samba, a menudo atiende personalmente a la clientela. Los bares llenos de ambiente de la zona animan la noche de los sábados. Los domingos está cerrado.
Confeitaria Colombo
Pégale un buen mordisco a la historia en Confeitaria Colombo, el salón de té y cafetería más grande de Río de Janeiro. Fundado en 1894, fue el lugar de encuentro de escritores, compositores y políticos de principios del siglo XX de Río de Janeiro. Su interior, maravillosamente conservado, se renovó inspirándose en los famosos cafés europeos de la Belle Époque, con grandes espejos, barras de mármol y una impresionante vidriera que conforma la claraboya.
A mediodía, el salón de té se llena de extranjeros pero también de lugareños. Tómate tu tiempo y cómete con los ojos los pasteles que hay tras los mostradores de cristal y que te harán la boca agua. Hay más de 40 variedades, incluidos pasteles típicos portugueses y creaciones brasileñas como “Pastel de Caipirinha”, un cremoso pastel de limón. Está cerrado los domingos.
CT Boucherie
¡Atención, vegetarianos, no miréis! Ahora la cosa va de carne… Con los azulejos blancos y los bancos rojos tapizados de piel, CT Boucherie es el paraíso de los carnívoros creado por el chef francés, Claude Troisgros. ¿Se come aquí el mejor filete de la ciudad? Eso es difícil de decir, pero te será francamente complicado encontrar mejor carne que el Costillar especial de primera calidad, un trozo de carne de vacuno, servido en su punto, que te hará salivar hasta los ojos.
Una vez te han servido la carne, además los camareros te servirán una continua selección de guarniciones deliciosas. Esta cena tan lujosa la notarás en el bolsillo, pero es una experiencia inolvidable… ¡que vale la pena!
Adega Perola
Adega Perola no es un sitio elegante, así que puede que no encuentres manteles almidonados ni finas cuberterías de plata. Pero en cambio, te encontrarás montones de animados lugareños, sentados alrededor de mesas de bodega o de pie en la barra, disfrutando de unas tapas y de cerveza de barril bien fría.
Abierto en 1957, una barra acristalada, que va de punta a punta del local, domina este sencillo bar. Las paredes están llenas de estanterías con vino peleón, pero pasa de él y elige alguna de las sabrosas tapas del mostrador (el salpicón de marisco está riquísimo, por cierto). Con un personal trabajador y simpático, este bar, siempre lleno, es sin duda uno de los mejores de Río de Janeiro.
